«'Azorín' ha sido el primer escritor que he leído y releído, y me ha enseñado a mirar ciertamente, lo que quizás yo nunca hubiera visto, y en gran parte me ha enseñado a escribir. (...) Tiene una impresionante capacidad de evocación del pasado y para crear un clima; conoce de un modo asombroso la literatura española sobre todo y, cuando comenta un libro le lleva a uno a sus más escondidos y hermosos rincones, y a amigar con su autor. Yo ya sabía quién era Cervantes, por ejemplo, y hasta le conocía bastante por dentro, por Azorín» ("El aroma del vaso", 2010).