«[Los griegos] Son los iniciadores del pensamiento y maestros en hacer cosas hermosas. ¿Cómo no van a ser admirables? (...) Me gusta toda la poesía griega. Hasta los fragmentos. Los hay tan soberbios, que se pensaría que quien los escribió tiró el resto los poemas a que pertenecían» ("El aroma del vaso", 2010).