«Verga, Manzoni y Galdós son soberbios narradores, y Galdós hasta cuando escribe panfletos como "Doña Perfecta". Valera es un narrador más superficial, aunque encantador. Para aprender a escribir también es un maestro seguro. Una mezcla de campesino cazurro y señorito de salón que le va muy bien, a la hora de formular las cosas. Verga es tan verdadero que todas las academias del mundo le desprecian; lo que no deja de ser un honor. Y Manzoni es un océano, y no sólo por Los novios» ("El aroma del vaso", 2010).