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Cuentos

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El ajuar de mamá (2006)

Recoge cuarenta y un cuentos de tono variado. Está precedido por un antetexto dirigido a los lectores -«A quien leyere estos relatos»-,  a los que desea que «¡ojalá sea el silencio el que también se lleve la mejor parte en ellos, y luego le acompañe!». Esta miscelánea reúne historias diversas de personajes anónimos, o conocidos -la "monjuela Teresa", el "frailuco de Fontiveros", Gaspar de Quiroga o Baruch de Spinoza-. Cuentos situados en diferentes tiempos de la historia: la Revolución francesa, el siglo XVI español, el XVII holandés, la posguerra española, las crisis religiosas del  XIX en el Norte de Europa.  Ofrece cuentos imposibles en los que se hacen coetáneos tiempos diferentes, así en el relato "Su Señoría en la tierra llana"´, que narra el viaje de un personaje desde el siglo XVI hasta la contemporaneidad; o hace habitar en un mismo cuento a un personaje del Quijote, Juan Haldudo, con un escritor del XX, Massimo Gorki. [GA]

 

"Las historias contadas y calladas" - Ana Kovrova. Publicado en la revista Archipiélago

El último libro de José Jiménez Lozano El ajuar de mamá contiene cuarenta cuentos unidos por una «mirada narrativa» sobre el mundo que es característica de toda la obra de este autor. Jiménez Lozano cree que el autor debe contar las cosas tal como las había visto u oído y en este libro se manifiesta una vez más el carácter auditivo de la prosa jiménezlozanista, su afán de pertenencia a la tradición oral. De esta manera el contar una historia y el escucharla se convierte en un modo de conocer la realidad.

Lo novedoso de El ajuar de mamá es que "el silencio se lleva la mejor parte" del libro conforme con la esperanza expresada por el propio autor en las palabras dirigidas "a quien leyere estos relatos" que abren el libro. El silencio - como motivo y como recurso narratológico - aparece en la obra de Jiménez Lozano a partir de El mudejarillo (1992) y aún más explícito en El cogedor de acianos y La boda de Ángela, un libro de cuentos y una novela publicados en el mismo año 1993. Unos personajes, como Juan de la Cruz, prefieren el silencio porque saben que las palabras no significan nada, otros, como Ángela, callan porque no aciertan a relatar la historia de la injusticia, de sus sufrimientos, simplemente no tienen palabras para ello. Y sus narradores muchas veces prefieren callar para no mentir, para no tapar con sus palabras la verdad de la historia contada.

Los personajes de Jiménez Lozano son los seres humanos a quienes la historia les debe el derecho de pronunciar su palabra. Los protagonistas de los cuentos reunidos en El ajuar de mamá son escribientes y lavanderas, apañadores y encendedoras, ancianos  y mendigos y también un tonto del pueblo y un sacerdote trastornado.

Un detalle muy simpático de este libro es la aparición de personajes conocidos por otros textos de Jiménez Lozano: maestro Huidobro, Baruch Spinoza, el señor Benito y muchos narradores anónimos que recuerdan a los protagonistas de La salamandra (1973), a los mendigos de Teorema de Pitágoras (1995) o al narrador de La carta de Tesa (2004).

Otro rasgo característico de este libro de cuentos es su unidad temática. No son nuevos los temas que el autor abarca en este libro, más aún son los temas básicos de toda su obra a partir de sus primeras novelas Historia de un otoño (1971), El sambenito (1972), La salamandra y su primer libro de cuentos El santo de mayo (1976). En El ajuar de mamá el autor avanza básicamente en tres direcciones.

Critica los "nuevos tiempos", habla de la pobreza y la violencia de hoy día, de la política y la religión. En este libro Jiménez Lozano quizás insiste más en la contraposición de los tiempos modernos y progresistas por un lado y el pasado por otro lado, "cuando las cosas estaban en su sitio, "tiempos aquellos en los que se creía que los libros tenían un poder para trastornar las almas, porque también había almas todavía", y también los tiempos en que las personas eran felices y capaces de dar felicidad.

Quizás de esta oposición surge la necesidad vital de conocer el pasado, de conservar a toda costa su memoria. Las historias del volumen pueden representar la historia de un hombre, de una familia o de un pueblo. En otros cuentos el autor describe la historia de la nación volviendo a hablar sobre la guerra civil española o el holocausto o los campos de trabajos forzados en la URSS. El libro incluye también varios cuentos-fábulas donde se reflexiona sobre la historia del género humano de una manera más generalizada.

Una vez conservada la memoria del pasado surge la necesidad de transmitir aquélla y de entender éste. Así que no por casualidad el tercer tema básico del libro es el lugar del arte, sobre todo de la literatura, y de la filosofía en la vida. Y una vez más Jiménez Lozano reconoce que una palabra escrita o una imagen creada pueden tener mucha influencia en el que lea, mire o escuche y el objetivo del autor consiste en emplearlas no para diversión sino para hablar con el alma del lector.

De modo que los temas y los personajes comunes, las características del tiempo y el espacio de la acción y la narratología de estos cuentos permiten considerarlos como una parte más del universo literario cuyo rasgo importante es el pensamiento filosófico sobre la historia. En suma, El ajuar de mamá representa un trozo más en el caleidoscopio de un mundo artístico cuyo creador perfectamente se da cuenta de la tragicidad de la historia y de la vida humana pero siempre deja un lugar a la esperanza.

Ana Kovrova (revista Archipiélago)

 

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