Retratos y soledades supone, en cierta manera, una vuelta al sendero inaugurado por Un cristiano en rebeldía, y más concretamente, a la segunda sección de esta obra («Las grandes amistades»). Prologada por Laín Entralgo que califica a Jiménez Lozano como "pescador de hombres", Retratos y soledades ofrece pinceladas biográficas de personajes que han estado vinculados a la vida del escritor abulense para convertirse en "una pequeña pinacoteca familiar o un álbum de fotografías familiares igualmente". Lo realmente importante es la idea de familiaridad y cotidianeidad que envuelven a estos artículos. Casi todos los personajes que pueblan la galería de Retratos y soledades pertenecen a la misma familia espiritual que Jiménez Lozano y han dejado algún poso en el ser del escritor. Las razones de su inclusión son de lo más variada. Unas veces fueron las lecturas de su vida u obras las que provocaron una determinada reflexión. Otras veces, Jiménez Lozano parece haberse sentido identificado con la preocupación existencial o religiosa que inundó las vidas de estos personajes. De cualquier manera, todos ellos han sido "hombres cimeros en la historia de la cultura y de la espiritualidad de la especie, y lo que nos dijeron, o su propia vida, continúa teniendo para nosotros un peso decisivo, provocándonos desazón, dándonos alguna respuesta a muchos problemas en carne viva que ahora mismo nos acosan".
La preocupación principal que se divisa en estos artículos sigue siendo de origen religioso, si bien parece ser que la abertura del objetivo analítico alcanza niveles más amplios a los observados en La ronquera de fray Luis y otras inquisiciones. En efecto, los artículos de Retratos y soledades presentan una mayor variedad y la galería de personajes de múltiples tendencias espirituales enriquecen la lectura de este ensayo. Nuevamente despuntan la búsqueda en las vidas de personajes imbuidos en la praxis luterana, como Alberto Durero, Lucas Cranach o Søren Kierkegaard, si bien el acercamiento a los dos primeros se basa en su más que factible tendencia pictórica, tan cercana a dicha religiosidad. Más recientemente ocho artículos de Retratos y soledades volvieron a adquirir vigencia y actualidad al volver a ser publicados en Ni venta ni alquilaje (2003), volumen editado y presentado por Andrés Domínguez Vélez, como acompañamiento a artículos esparcidos en la prensa española durante las últimas tres décadas.
Textos adaptados procedentes de La escritura reivindicada: Claves interpretativas en los ensayos de José Jimenez Lozano (2005) de José R. Ibáñez Ibáñez